Desde 1797 en adelante las estadísticas indican que el porcentaje perteneciente a la mitad de la población corresponde a las mujeres, del cual en una mayor proporción se ven reflejadas las solteras seguidas de la casadas y posteriormente de las viudas.
Este dato es uno de los grandes condicionantes de las mujeres en la época puesto que ser soltera suponía un problema considerando que la sociedad las limitaba a ejercer una única profesión la de esposa y madre.
También hay que tener encuentra los matrimonios ya que si estos se desarrollan tarde es indudable que a la larga produzca una disminución de la natalidad y por lo tanto un problema social.
Desde 1564 hasta 1870 se pone en vigor la ley de matrimonio civil, existe una libertad de matrimonio tanto para el hombre como para la mujer incluso se permite a las viudas volverse a casar después de el año del fallecimiento de su marido . También hay que señalar que la idea con respecto al matrimonio que sigue predominando en la época es la de casarse con el consentimiento del padre.
El matrimonio suponía para la mujer la obligación de obedecer al marido . La falta de obediencia por parte de la esposa podía ser castigada por la autoridad, al igual que las desavenencias y los escándalos en los matrimonios. En cambio el marido para llegar a ser castigado por la autoridad debía maltratarla .
En lo que se refiere al adulterio la mujer sería castigada perdiendo sus derechos en relación al patrimonio de su matrimonio y el castigo que le impusiera su marido .
¿Qué es el feminismo?
Es todo aquel movimiento que las mujeres hemos tenido que realizar a lo largo de la Historia para poder alcanzar la igualdad política, social y económica de la que gozaban los hombres. Los principales derechos de igualdad que se reivindican son: el control de la propiedad privada, la igualaldad de oportunidades en la educación y el trabajo (mencionado en el libro "Vindicación de los derechos de la mujer" de Mary Wollstonecraff),el derecho al sufragio o voto libre y la libertad sexual (ya que a la mujer le estaba totalmente prohibido mantener relaciones extra-matrimoniales y al hombre no). En la actualidad, aunque la mayoría de las mujeres del mundo han conseguido mejorar sus derechos, todavía está pendiente la total igualdad con el hombre a nivel político, económico y social.
La idea central compartida en el movimiento feminista es que las mujeres sufren una opresión no compartida por el hombre y de la que, por lo general, los hombres son los beneficiarios políticos, sociales, emocionales y económicos.
El movimiento feminista sigue tres líneas de actuación: exploración de una nueva solidaridad y conciencia, realización de campañas a favor de temas públicos y el estudio del feminismo.
Primeros movimientos feministas
La Ilustración (época que enfatizaba políticamente la igualdad) y la Revolución Industrial ( que originó grandes cambios políticos y sociales) proporcionaron un ambiente favorable a finales del siglo XVIII y principios del XIX para la aparición del feminismo y otros movimientos reformadores. En la Francia, los clubes de mujeres republicanas pedían que los tres ideales de la época ( libertad, igualdad y fraternidad) se aplicasen por igual a los hombres que a las mujeres. El primer acto feminista fue llevado a cabo por la francesa Olimpia de Gouges, quien parafraseó en 1791 la "Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano", designándole el nombre "Declaración de los Derechos de la mujer y de la Ciudadana" . Pero la aprobación del Código Napoleónico, basado en la legislación romana, restringía en Europa cualquier posibilidad reivindicativa en ese sentido, por lo que a España llegó bastante más tarde este movimiento.
El movimiento feminista culminó en Gran Bretaña con la obra "Vindicación de los Derechos de la mujer" (1792) cuya autora era Mary Wollstonecraft, donde se reivindicaba el acceso a la educación; una educación semejante a la de los hombres. Wollstonecraft pensaba que el recibir una educación similar a la del hombre la acercaría a desarrollar su propia independencia económica accediendo a actividades remuneradas y la clave para superar la subordinación femenina; posteriormente John Stuart Mill influido por su mujer escribió en 1869 "El sometimiento de la mujer".
El feminismo norteamericano surgió gracias a las favorables condiciones sociopolíticas de la época; nació ligado a los movimientos protestantes de reforma religiosa; la mujer se concienció de que su situación era análoga a la de los esclavos. También fueron favorables para este movimiento las condiciones sociales y culturales que se daban en E.E.U.U. El primer documento escrito con carácter feminista fue la "Declaración de Seneca Falls" (1848) en el que se denunciaban las vejaciones sufridas por la mujer a lo largo de la historia, entre ellas, el derecho de voto a los esclavosliberados desconsiderando el sufragio femenino.
Mujeres como Elisabeth Candy Stanton y Susan B. Anthony reaccionaron contra este hecho creando la National Woman Suffrage Association (2º mitad del siglo XIX).
Situación de la mujer antes del Franquismo y Guerra Civil (antes de 1936)
Nuestras antecesoras consiguieron el sufragio en 1933, aunque el movimiento feminista en España no tuvo tanta envergadura como en gran parte de los países europeos desarrollados. Las feministas españolas tuvieron una actuación social bastante reducida. Se inclinaban mayoritariamente por los asuntos sociales como el derecho a la educación o al trabajo que por reivindicaciones de tipo político 1927, Miguel Primo de Rivera, durante su dictadura, instauró la llamada Asamblea Nacional, en la cual quince mujeres tuvieron su escaño. Gran parte de las constituyentes pertenecían a grupos de aristócratas e intelectuales como Blanca de los Ríos y María de Maeztu.
El sistema dominador de la sociedad liberal española tuvo también influencia sobre la mujer mediante códigos como el c.Penal (1870), c.de Comercio (1885) o c.Civil (1889), ante los cuales la mujer salía perjudicada sin tener apenas ningún tipo de libertades, derechos o privilegios siendo los pocos que le pertenecían prácticamente nulos; códigos claramente discriminativos. La tarea primordial en la vida de la mujer (señora) sería su única u exclusiva dedicación a la casa sin tener oportunidad de salir de todo aquello que guardara una relación con el ámbito doméstico.
A lo largo del siglo XX se fue abriendo una renovación de costumbres, no obstante, en España no acabaron de arraigar.
El papel de la mujer en el mundo fue superando ligeramente este ámbito doméstico en el que había estado atada. Mujeres incluso de clase baja no desperdiciaron la oportunidad y aprovecharon esta nueva visión del mundo que se les ofrecía, ocupando así más puestos de trabajo. El número de mujeres en los estudios superiores impartidos en las universidades, profesiones liberales etc... que había sido inexistente, dejó de serlo ya a finales del siglo XIX (Margarita Castells se doctoró en 1882). Con respecto al matrimonio y a las relaciones formales de pareja, éstas debían aún concretarse con los padres bajo su visto bueno: interesaba más el perfil y el salario que éste portase al amor mantenido entre los novios, el llamado matrimonio de conveniencia, en el que poco a poco la conveniencia se transformaría en una búsqueda de cariño.
En la moda la mujer se regía por la moral casta y repleta de escrúpulos que no permitía, entre otras cosas, el enseñar el tobillo o llevar un jersey escotado. La multitud de prendas que componían el atuendo femenino escondía eficazmente el cuerpo, el cual era tallado estrechamente por fajas y corsés. En 1915 se produjo un "destape" que conmocionó al mundo por completo. Se acortaron las largas faldas permitiendo mostrar los tobillos e incluso algunos centímetros de pierna. El indispensable corsé pasó a ser sustituido por el sujetador, gracias a Coco Chanel quien, al diseñar esta inédita ropa, provocó en ellas un toque de libertad, que ya se reflejaba durante la Primera Guerra Mundial. Su éxito fue rotundo. Los nuevos tejidos que mostró fueron creados en oposición a las telas finas y poco tupidas de la época. Se produjeron los primeros cortes de pelo radicales femeninos, el empleo de maquillaje con llamativas tonalidades como los pintauñas y pintalabios rojos y el uso de pantalones. Sin embargo, no tuvo una larga duración esta etapa. En 1934 regresó la represiva moda del corsé que estilizaba la figura aprisionando las caderas y la silueta de la mujer; Una moda que acabó con la ilusión de una vida liberada de torturas y opresiones.
LA MUJER EN LA TRANSCIÓN
Con el final de la dictadura comenzó el descenso de la natalidad, debido a la disminución de la nupcialidad y la caída de la fecundidad a partir de 1977. La media de hijos ha bajado más de un punto y medio en los últimos veinte años, hasta situarse por debajo de la cifra que asegura el reemplazo generacional.
La causa más importante de este descenso de la natalidad es, sin duda, la aparición de los métodos anticonceptivos, pero también hay que tener en cuenta el cambio en la forma de vida de las mujeres; cada vez es mayor el número de mujeres que cursan estudios superiores, y esto hace que retrasen el matrimonio y la maternidad. También se retrasa esto hasta haber solucionado otros problemas como pueden ser el empleo, la vivienda, etc.
Debido, quizás, a todos estos cambios, la forma de educar a los hijos ha variado sustancialmente, y se ha pasado de los antiguos valores de respeto y autoridad (principalmente respecto al varón) a la igualdad de derechos y obligaciones de ambos cónyuges respecto a los hijos. La legalización del divorcio ha jugado un papel importante en el camino hacia la igualdad de la mujer en el matrimonio.
Las mujeres españolas empiezan en esta época a desempeñar papeles hasta hace veinticinco años impensables, como son la política, acceso a ciertos niveles educativos, a actividades profesionales, etc.
AVANCES EN LA EDUCACIÓN
Las diferencias en cuanto al nivel de instrucción femenino y masculino son prácticamente inapreciables en la población infantil y juvenil, lo que pone de manifiesto que las medidas llevadas a cabo para la escolarización de las mujeres han resultado efectivas, aunque el nivel de analfabetismo de los varones sigue siendo menor. Actualmente el número de mujeres con titulación superior es similar al del hombre, y la incorporación de las mujeres a la educación secundaria ha sufrido un substancial crecimiento (más del 63%, muy por encima de la población masculina).
La subida más importante se refiere al numero de matriculas universitarias (donde el numero de mujeres ya supera al de hombres) y a las escuelas técnicas (subida de más del 300%), pero aun hoy se siguen patrones marcados por el género a la hora de elegir estudios. Así las mujeres se decantan claramente por las Ciencias Sociales y las Humanidades y apenas optan por la Ingeniería y la Arquitectura.
INCORPORACIÓN AL TRABAJO
Debido a todos estos cambios en la educación, en los últimos años las mujeres han accedido a puestos de trabajo que requieren un determinado nivel de estudios y que antes estaban casi exclusivamente en manos de los hombres.
Este acceso masivo de las mujeres al mercado de trabajo puede considerarse como el cambio más importante experimentado por la sociedad española en los últimos veinte años.
De 1982 a 1992 la población activa femenina aumento en 1.539.100 de mujeres, incremento que se produjo básicamente en el grupo de entre 30 y 50 años.
Hay otro grupo de mujeres, mayores de 40 años, que abandonaron el trabajo extradoméstico para dedicarse al cuidado de los hijos, en el que se detecta una tendencia a reingresar en el mercado laboral. La mayoría de las mujeres ocupadas trabajan en el sector servicios, cuyo porcentaje ha aumentado, mientras que el numero de mujeres que trabajan en la industria se ha mantenido y el de la agricultura ha descendido hasta alcanzar tan solo el 8% en 1993.
Pero las características de los empleos de hombres y mujeres no son siempre las mismas. En 1992, el 14% de las mujeres lo hacían a tiempo parcial, frente al 2% de los hombres.
Así, mientras en el caso de los hombres la edad esta relacionada con el desarrollo profesional, en las mujeres la edad supone un obstáculo, y su experiencia profesional esta menos valorada que la de los varones.
Las razones de las diferencias en cuanto a los salarios son diversas, y se evidencian claramente cuando se comparan las ganancias medias por trabajador/a. En la "Encuesta de salarios en la industria y los servicios" de 1993 podemos apreciar que las mujeres empleadas en la industria tienen un salario medio de 156.154 ptas./mes, frente a las 251.595 ptas./mes que perciben los varones. En el sector servicios, la ganancia media de las mujeres es de 124.680 ptas./mes frente a 174.731 ptas./mes de los hombres.
El paro femenino en España es el más elevado de todos los países de la Unión Europea, y además suele ser un tipo de paro de larga duración.
ADELANTOS EN EL CAMPO JURÍDICO
Al morir Franco se aceleró el proceso de apertura política que culminó con la Constitución de 1978. En dicha Constitución se contempla a las mujeres con igualdad de derechos, tanto individuales como sociales, como se establece en los artículos 14, 32 y 35.1.
Los derechos a la participación total en los asuntos y los cargos públicos se manifiesta en el articulo 23.
Entre 1977 y 1978 se aprobaron tres leyes reformadoras del código penal que eliminaban la figura de la mujer como "víctima de estupro y rapto, así como juicios de carácter moral tales como doncellez o acreditada honestidad", debido fundamentalmente a la presión de los grupos feministas y los sectores profesionales más renovadores.
La primera reforma de Estatuto de los Trabajadores amplía a 16 semanas el permiso de maternidad y se establecen medidas para favorecer la igualdad de trato de la mujer.
En cuanto a las reformas en la legislación civil, podemos destacar dos medidas básicas en las que se plantean los siguientes puntos:
"Titularidad y ejercicio de la patria potestad sobre los hijos comunes, administración y disposición de los bienes del matrimonio que se llevará a cabo con la plena disposición de ambos cónyuges."
"Igualdad de derechos y deberes en el matrimonio."
PARTICIPACIÓN POLÍTICA
En las primeras elecciones desde el asentamiento del Estado democrático, los diferentes partidos incluyeron en sus programas diversas reivindicaciones del movimiento feminista. La derecha democrática reconocía la igualdad entre hombres y mujeres, una política educativa y cultural para la mujer y la protección a la familia. El PSOE y el PCE reconocían las demandas de los grupos feministas, prometían la creación de un sistema coeducativo e igualitario en todos los niveles de la educación.
El triunfo de la izquierda marcó el inicio de la caída del feminismo organizado.
En las segundas elecciones democráticas el número de mujeres diputadas se multiplicó por tres, pasando del 6% al 22%. Desde 1979 el número de mujeres senadoras se ha cuadriplicado. Desde 1990 ha aumentado en 5 puntos la participación de las mujeres en el Gobierno. Las comunidades con mayor incremento de mujeres son Castilla-La Mancha y Navarra.
Dentro de los movimientos feministas podemos destacar dos corrientes:
Feminismo socialista: se identificaba con partidos y grupos de izquierda y admitía la doble militancia. Los grupos más representativos eran el MDM, la ADM y la ULM.
Feminismo radical: en torno a grupos feministas independientes sin enlace con ningún partido o grupo político. Defendía la única militancia. Destacaron el grupo Lamar y el grupo Terra.
Podemos resaltar un tercer movimiento: grupos feministas sin vinculación a partidos políticos que admitían la doble militancia. Cabe destacar el Frente de Liberación de la Mujer y el grupo Anche.
Mención especial merece el Partido Feminista creado por Lidia Falcó en 1979, que lo definía como partido marxista-feminista. Afirmaba que la mujer constituye una clase social que ocupa un papel histórico determinado.
Estas corrientes han marcado la historia del movimiento feminista durante los primeros años de transición.
Tras la elecciones de 1978 los grupos no coincidían en la batalla por la despenalización del aborto, lo que hizo que estos se dispersasen.
Durante este periodo se reeditan textos de las primeras feministas y lideres del movimiento socialista como pueden ser Mary Wollstonecraft, Alejandra Kollontai, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo o Emma Goldman. También se publican algunas de las obras más representativas, entre las que destacan las españolas Anna Mercadé (El despertar del feminismo en España, 1976), Amparo Moreno (Mujeres en lucha. El movimiento feminista en España, 1979), y la periodista Carmen Sarmiento (La mujer, una revolución en marcha, 1976).
A partir de 1979 y desde las Jornadas Feministas de Granada se vienen celebrando periódicamente las Jornadas de Feminismo Independiente.
Durante la décadas de los ochenta y noventa se produce la existencia de una conciencia feminista entre la población más joven.
España ha avanzado de forma espectacular en la aplicación del principio de igualdad sin embargo las diferencias aun subsisten. El reto de la Unión Europea es hacer desaparecer las diferencias sociales y de género entre hombres y mujeres.
LA CONSOLIDACIÓN DE UN PROCESO (1950 HASTA HOY)
La Segunda Guerra Mundial supuso un gran cambio en la situación laboral de la mujer, ya que fue entonces cuando se empezó a hablar de la mujer como un elemento productivo, pues mientras los hombres peleaban en los frentes, la mujer ocupaba su lugar, de modo que la mujer contribuyo de forma decisiva para el sostenimiento de la sociedad durante la guerra. Una vez terminada la guerra, la mujer no se incorporó a las labores domesticas como sucedía antes, sino que se incorporo al mundo laboral, este hecho supuso que en la familia entrara un sueldo extra. De modo que este hecho favoreció al desarrollo económico en los países industrializados que solo se vería interrumpido por la crisis de 1973/75 y 1980/81, por lo que esto fomento el empleo, el consumo etc., que traerá como consecuencia la creación de un Estado de bienestar.
Estos hechos hicieron que la mujer adquiriera un importante papel en el mundo laboral aumentando el numero de trabajadoras considerablemente. Pero esto no supuso que durante bastantes años hayan sufrido desigualdades respecto al hombre.
Además de los factores antes expuestos hay otros que cabria reseñar:
La caída de la natalidad en 1970 que además de bajar el número de hijos, el nacimiento de estos se centrara en unos años determinados, que le permitía a la mujer incorporarse al mundo laboral después de haber criado a sus hijos, o tener a sus hijos después de haber terminado su carrera. Por otra parte cabe destacar en este punto, el crecimiento de la edad laboral.
En lo referido a la economía, cabe destacar el fuerte crecimiento del sector terciario que favoreció la incorporación de la mujer al mundo laboral. Por otro lado están las necesidades económicas de las familias que necesitaban mayores aportaciones salariales, este suceso se vio acentuado en los países con alto PIB debido a las necesidades subjetivas
Por último se tendría que decir que gracias a los avances tecnológicos en la casa (electrodomésticos), supuso que la mujer tuviera más tiempo libre. Otro dato significativo sería la situación de algunas mujeres que vivían solas o bien, se habían divorciado, por lo que necesitaban de salarios para subsistir.
La inserción de la mujer en el mundo laboral trajo como beneficios más destacables la apertura de puertas de algunas carreras que a la mujer se le habían cerrado con anterioridad condenándola a un papel secundario. Con el fin de la discriminación en la educación, la mujer podía aspirar a trabajos con mayor remuneración.
LOS DERECHOS DE LA MUJER TRABAJADORA: DISCRIMINACON O PROTECCIÓN.
La situación de la mujer en el mundo laboral a partir de 1950 es la suma de elementos heredados y de cambios introducidos poco a poco. Con el paso del tiempo, las normas referidas al trabajo de la mujer han ido evolucionando. De manera que la situación en la que vivía la mujer, en la cual la mujer sólo estaba dotada para la maternidad, la lactancia y otras tareas similares, va durar hasta que se firmen algunos acuerdos, se aprueben leyes, se promuevan algunas acciones que favorezcan la situación de la mujer como: la Convención Nº 100 de la OIT (1951) que se recoge en el Artº 119 del tratado
de Roma (1957) que llevaba como lema igual salario a igual trabajo, pero los problemas persistieron hasta los años setenta por lo que se estableció el principio de salario igual a trabajos de valor comparable. En España la Constitución de 1978 establece en el artículo 14 el principio general de no dicriminación, entre otras causas, por razón de sexo. Otro artículo que cabría destacar es el nº 35, que reconoce el derecho al trabajo, a su libre elección y a su remuneración, sin que pueda existir discriminación por razón de sexo. Las normas referentes al trabajo por cuenta ajena de la mujer, se contienen en la Ley del Estatuto de Trabajadores (ET) de 10 de marzo de 1980.
Entre los cambios que han afectado a la mujer durante este período cabe destacar:
1.los relacionados con su estado civil y el reparto de edad.
2. el traslado de efectivos de unas ramas a otras.
3. la evolución de las ocupaciones a tiempo parcial y los contratos temporales.
4.la significación otorgada a la carrera profesional.
Esta evolución de la mujer en el mundo laboral se ha visto interrumpida por la ejecución de los deberes familiares y su desigual reparto entre sexos, con lo que obliga a la mujer a detener su actividad con mayor frecuencia. Hasta el momento las interrupciones habían sido provocadas por el nacimiento de los hijos y el cuidado de estos, aunque en la actualidad a este problema se le añade el cuidado de nuestros mayores debido al envejecimiento de la población.
EMPLEO Y DESEMPLEO FEMENINO (Edad de incorporación al trabajo etc.).
Desde 1950 el crecimiento de trabajadores en los países industrializados ha sido acaparado en una mayor medida por las mujeres, lo que ha supuesto que mientras subía las tasas de actividad en las mujeres, se produjese un descenso de esta en el hombre.
Hasta 1960 si nos fijamos en datos relacionados con la edad de trabajadoras, caemos en la cuenta de que la mayoría de las obreras eran solteras y jóvenes. El número de mujeres trabajadoras experimentaba un aumento hasta los veinte años, para luego más tarde descender debido al la prolongación de la enseñanza que provocaría un aumento de trabajadoras de entre 34/35 años.
Las consecuencias de este cambio son: el aumento de trabajadoras de entre 25-54 años, y una aproximación de las tasas de actividad entre las mujeres y los hombres en la población joven.
Algunas de las consecuencias de este cambio se beben a que a partir de la II Guerra Mundial ha descendido la mortalidad infantil y el cuidado de estos (los niños) han corrido a cargo durante el periodo de trabajo de la mujer, por instituciones publicas y demás entes.
Antes de terminar se tendría que tomar en cuenta de la evolución del desempleo, ya que al igual que la cantidad de mujeres ocupadas ha aumentado, también se ha dado un aumento en el número de desempleadas. Hay que decir que durante la década e los sesenta el numero de parados era igual más o menos igual entre ambos sexos, pero que en las décadas sucesivas el desempleo femenino ha ido en aumento. Las razones de este fenómeno hay que buscarla en la formación que tienen las mujeres, lo cual restringe las oportunidades laborales, por su acceso al trabajo más temprano, lo cual explica el mayor paro juvenil, y en las interrupciones que sufre la carrera de la mujer, ya sea por motivos familiares o por la ocupación de empleos inestables o temporales con contratos a tiempo parcial etc.
1 comentario:
Celebro textos con esta temática. Saludos solidarios.
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